Todos los grabados son únicos. Como se indica en el apartado sobre el artista; Jules no padece precisamente un Síndrome de Diógenes con su trabajo, bien al contrario…puede ser que quede una piedra, pero por no armarla destruyéndola.
Todas las “chapas”, ya fueran de zinc, piedra, linóleo o madera, dejaron de existir nada más nacer su impresión.
La mayoría de la colección León de María, de la que se muestra en esta web, es pequeño formato; excepto los grabados y los dibujos y pinturas de tamaño grande incluidos de este apartado que se salvaron de la quema, casi textualmente.